"El Registro Único de Víctimas es una tarea grande y sin los aliados de otros sectores no lo podríamos culminar", sostuvo Sofía Macher, presidenta del Consejo de Reparaciones (CR), al agradecer el apoyo de las iglesias católica y evangélica que facilitarán sus parroquias y agentes pastorales para registrar a víctimas de la violencia (1980-2000), con el fin de que reciban una reparación del Estado.
El presidente del Concilio Nacional Evangélico, CONEP, pastor Rafael Goto, explicó que dada la escasez de recursos del CR –entidad del Estado encargada de elaborar el Registro Único de Víctimas–, las iglesias ofrecerán sus recursos propios, como los voluntarios motivados para aportar en la sociedad post-conflicto que es el Perú.
"La pobreza y la violencia son ecuménicas, las soluciones también tienen que ser ecuménicas, atendiendo, acogiendo y acompañando a los que han sufrido", afirmó el pastor Goto, durante la conferencia de prensa de la campaña denominada 'Sin registro no hay reparación'.
El apoyo al registro empezará abriendo módulos de atención en 30 iglesias de Lima Norte y Lima Este dentro de dos semanas, luego de que el CR capacite a los registradores.
A su turno, el director nacional de la Asociación Paz y Esperanza, Alfonso Wieland, destacó que las iglesias se suman al esfuerzo del Estado para realizar el Registro Único de Víctimas y así quienes sufrieron violencia puedan recibir una reparación.
Monseñor Pedro Barreto Jimeno, SJ, presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), expresó que la iglesia tiene que acompañar a los hermanos cuyos derechos fueron vulnerados y para ello harán viable que el Registro de Víctimas llegue a más sectores del país.
A la fecha, están inscritas en el Registro Único de Víctimas (RUV) 13,227 personas, de ellas, más de siete mil murieron o desaparecieron y sus deudos tienen derecho a recibir una reparación del Estado. Cada semana se suman unas 600 personas al RUV.
Lima, 18 de septiembre de 2008
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