Unas 4,141 fichas de registro individual, pertenecientes a 18 distritos de las provincias ayacuchanas de Víctor Fajardo, Huancasancos y Vilcashuamán, entregó la Comisión de Derechos Humanos (Comisedh) al Consejo de Reparaciones (CR) para ser evaluadas, calificadas e integradas al Registro Único de Víctimas (RUV).
Betina Valdez Carrasco, miembro de Comisedh y responsable del proyecto entregó a Jairo Rivas Belloso, secretario técnico del CR las 4,141 fichas físicas acompañadas de documentos probatorios y una base de datos electrónica con esta información. Del mismo modo, se entregaron las fichas de cuatro centros poblados que sufrieron los embates de violencia: San José de Arapacancha, Accmay, Ccallanto y Amzarca ubicados en el distrito de Huambalpa de la provincia de Vilcashuamán.
Valdez Carrasco refirió que del total de fichas individuales recogidas, más de 200 corresponden a mujeres que por primera vez contaron haber sido violadas sexualmente durante el proceso de violencia de los años 1980 al 2000.
Sobre las dificultades encontradas durante el registro, la especialista dijo que entre las principales figuran la falta de documentación y de testigos que avalen la versión de las víctimas así como el desconocimiento de muchas autoridades sobre el proceso de reparaciones lo que a su vez genera la falta de compromiso para facilitar la elaboración del RUV.
El recojo de información realizado por Comisedh se desarrolló en el marco del convenio de cooperación interinstitucional suscrito con el CR y tuvo dos etapas: la primera de trabajo de campo -entre julio y diciembre de 2008-; y la segunda de procesamiento de información y organización de fichas -enero y febrero de 2009-. Para ello, el CR capacitó a los miembros del equipo de Comisedh y les entregó los materiales de registro y difusión correspondientes. Así mismo, se implementó una experiencia piloto en el distrito de Lucanamarca que sirvió para afinar las estrategias y mejorar el trabajo.
Finalmente, la representante de Comisedh calificó esta experiencia de muy interesante y esforzada debido a la demanda física y emocional desplegada por el equipo de registradores, el rol diferenciado entre ambas instituciones y la constante coordinación y orientación que recibieron desde el CR.
Lima, 23 de febrero de 2009
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