Las viudas, hijos y nietos de Rafael, Alejandro, Paulino, Simón y Marino Ventocilla (en la foto), quienes fueran secuestrados y posteriormente asesinados en 1992, recibieron el pasado 24 de junio de manos de Iris Palomino, representante del Consejo de Reparaciones, los certificados que acreditan a sus seres queridos, y a ellos mismos, como víctimas de la violencia.
Así mismo, se entregaron certificados de acreditación como víctimas a los parientes de Felandro Castillo Manrique, Nieves Arias Velásquez y Pedro Damián Agüero Rivera, quienes fueron víctimas de secuestro y muerte en la localidad de Caraqueño, también ubicada en el norte chico, en 1991. En total, el Consejo de Reparaciones entregó 41 certificados a familiares de víctimas en el Norte Chico.
También se recogieron datos de Rosa Elvira Yauri, hija menor de Pedro Yauri, y de su abuelo y padre del periodista, Anatolio Yauri.
El acto se llevó a cabo en el marco de una ceremonia de homenaje a las víctimas de la violencia en el norte chico, organizada por Aprodeh y la Coordinadora de Derechos Humanos de Huacho, que se llevó a cabo en el auditorio de la Casa de la Cultura de Huacho.
Participaron también en el homenaje la abogada Gloria Cano, Miguel Jugo, director de Aprodeh, Jorge Guerra, presidente de Codeh Huacho, la señora Raida Cóndor, madre de una víctima de La Cantuta.
Reparación y justicia
Los certificados acreditan que las víctimas de violación de sus derechos humanos en 1991 y 1992 en el norte chico de Lima, y sus familiares, están inscritos en el Registro Único de Víctimas (RUV). Este será el primer paso para que las familias puedan acceder a las reparaciones.
Ricarda Ventocilla Castillo, hija de Rafael Ventocilla Rojas y hermana de Alejandro, Simón y Paulino Ventocilla Castillo; tía de Rubén Ventocilla León y sobrina de Marino Ventocilla Rojas; resumió la importancia que las acreditaciones de víctimas tienen para su familia señalando su esperanza en recibir algún apoyo, al cabo de 17 años. Ella interrumpió sus estudios universitarios para criar a los hijos que quedaron huérfanos de sus tres hermanos y ahora afronta una enfermedad que necesita tratamiento permanente. Relató que su madre, Catalina Castillo León, no pudo asistir a la ceremonia porque padece una grave enfermedad.
Por su parte, Rosa Elvira Yauri, joven de 17 años que tenía un año cuando perdió a su papá, señaló que tan importante como las reparaciones es el saber que puede haber justicia para sus seres queridos.
La doctora Gloria Cano informó en la ceremonia que el caso Pedro Yauri está en la última etapa judicial, y que los jueces deben emitir sentencia el próximo mes.
Consejo de Reparaciones seguirá trabajando
Miguel Jugo, director de Aprodeh, señaló la importancia del homenaje y entrega de credenciales de víctimas, y resaltó el papel del Consejo de Reparaciones. Afirmó que tanto la ley como la demanda de miles de familiares por ser inscritos en el Registro Unico de Víctimas respaldan este trabajo.
A nombre del Consejo de Reparaciones, Iris Palomino expresó que éste seguirá trabajando pese a los problemas presupuestales. “No se cerrarán las puertas del Consejo porque aún hay muchos certificados que entregar, por lo menos 50 mil solicitudes por evaluar y porque las víctimas están esperando el resultado de nuestro trabajo”, señaló.
Hasta el momento el Consejo de Reparaciones tiene registradas a un total de 43,475 víctimas individuales y 5,224 víctimas colectivas.
Lima, 24 de Junio de 2009
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